Laexpresión «Web 2.0» nació de la voluntad de atraer nuevamente elinterés de los inversionistas en… la web después de que reventara la burbuja.Invita lógicamente a preguntarse «si hay algo atrás» («if thereis a there there» dicen acá). Claro que sí. La dificultad radica endefinirlo. Pocas de las técnicas involucradas son realmente nuevas. Losacoplamientos lo son. Ese «algo» tiene que ver esencialmente con laparticipación de la gente y lo que Tim O’Reilly, uno de los padrinos de lafórmula, califica de «arquitectura de participación», una propuestatanto comercial como política.

O’Reillyconcibe Web 2.0 como una «plataforma». «No tiene una fronteradura, pero más bien un corazón gravitacional» (un principio alrededor delcual gravitan muchas partes).

El poder deatracción de dicha plataforma es su capacidad para servir de intermediario a lacirculación de datos proporcionados, en su mayoría, por los usuarios y no porlas empresas.

San Francisco, California, 22.abr.06

«Googlese da como capacitador en el espacio entre navegador y motor de búsqueda y elservidor de contenido de destino» escribe O’Reilly. Pasa igual con lapublicidad. En vez de buscar acuerdos con los sitios más importantes como sehacía en Web 1.0, Google permite que cada uno venga a servirse en su sitio.Consecuencia esencial, además de los grandes, encontramos publicidad en sitiospoco visitados. Permite rentabilizar la «larga cola», lamultiplicidad de lo chicos que, tomados juntos, constituyen una fuente apreciablede entradas.

Lo nuevo esque los usuarios, más que las empresas, hacen lo grueso del trabajo. En el casode BitTorrent, por ejemplo que permite intercambiar de manera ultra rápidavideo gracias a su estructura P2P, aportan hasta sus recurso ya que el procesousa las computadoras de los participantes (ver nota del…).

«Hayuna ‘arquitectura de participación’ implícita, una ética de cooperaciónincluida,» escribe O’Reilly. Lo cual ilustra uno de los puntos claves dela evolución en curso con Web 2.0: «el servicio mejora automáticamente amedida que más gente lo utiliza».

El secretode los gigantes que supieron pasar exitosamente a la nueva era «es que hanadoptado el poder de la web para aprovechar la inteligencia colectiva».Aprendieron a crear y a beneficiarse de los efectos de redes.

Ahí esdonde todos se encuentran (y lo que saca de quicio a más de uno): laarquitectura de participación puede ser vista como un valor de sociedad(«la arquitectura es política» escribió hace 15 años Mitch Kapor enuna reflexión sobre la internet). También resulta tener valor económico.

Los buenos negociosde hoy alientan la participación de los consumidores. El éxito de Google comomotor de búsqueda radica en el uso de enlaces establecidos por otros entre si.El crecimiento de eBay se debe a la interactividad entre los usuarios. Amazonvende productos que se pueden encontrar en cualquier otro sitio, pero supo «transformaren ciencia el compromiso de los usuarios».

Esos sitiosmanejan montañas de datos que proveemos. A tal punto que O’Reilly sugiere (enotro texto) el uso de la palabra «infoware». Lo define así: «Elsoftware tradicional incrusta pequeñas cantidades de información en una masa desoftware; el infoware incrusta pequeñas cantidades de software en una masa deinformación».

Dos ideassencillas permiten sintetizar lo que está en juego con Web 2.0. Según elensayista y programador Paul Graham, los hilos comunes a todo lo que hemosvisto en estos dos artículos son «la naturaleza inherente de la web que emergedesde debajo de los modelos rotos impuestos durante la burbuja». Para el consultorKen Yarmosh se trata, más sencillamente todavía de «una tentativa paraconstruir una web alrededor de la gente y no alrededor de la tecnología».

Vuelta alos orígenes, apertura a la gente. Parece funcionar como lo indica la nuevaefervescencia en Silicon Valley (ver nota sobre conferencia Under The Radar). Pero,hoy, los proyectos exitosos son conducidos por emprendedores de menos de 30años. Solo quienes conocieron la internet desde la cuna parecen capaces deoperar esta transición esperada hacia la web por lo que es y no en función demodelos comprobados en otros campos.

De ciertamanera, Web 2.0 puede ser vista como el equivalente para la web de lo que sedio a principios de los sesentas cuando, se pasó de la radio con imágenes delos inicios a la verdadera televisión. Era tiempo.

Ensayo deO’Reilly http://sociedaddelainformacion.telefonica.es/jsp/articulos/detalle.jsp?elem=2146

Bit Torrent http://bittorrent.com 

Infoware http://www.oreilly.com/catalog/opensources/book/tim.html

Mitch Kapor http://blog.kapor.com/?p=29

Paul Graham http://www.paulgraham.com/paulgraham/web20.html

Ken Yarmosh http://www.technosight.com/blog/why-web-20-matters-to-your-business-first-steps/ 

J’enquête, je suis et j’analyse les technologies de l’information et de la communication depuis la préhistoire (1994). Piqué par la curiosité et l’envie de comprendre ce que je sentais important,...