La indexación de los documentos en nuestra computadora como en la web permite encontrar de manera casi instantánea los que nos sirven (ver «Maravillas y límites de la indexación» de la semana pasada). Pero la creatividad proviene más de la capacidad de establecer asociaciones de ideas o sentimientos que de la acumulación de información. Entre los diferentes programas que permiten hacerlo, The Brain merece una atención especial.
San Francisco, California, 5.sep.04
Indexación y capacidad de asociación deberían estar ligadas como lo presintió desde 1945 Vanevar Bush, uno de los visionarios de la informática. Concibió, pero no construyó, una máquina bautizada Memex para organizar artículos, ficheros, libros y apuntes. El aprato guardaba micro-películas de libros y documentos que se podían consultar «a muy alta velocidad y con considerable flexibilidad». Ofrecía «una indexación asociativa, cuya idea central era que cualquier información podría llevar a seleccionar otra inmediatamente.»
The Brain (thebrain.com) es un programa que clasifica las informaciones en función de las asociaciones que uno establece entre ellas con un simple juego del ratón. Cada «pensamiento» (Thought) es representado por un mini rectángulo sobre una interfase visual que deja ver varios de ellos a la vez. Los vínculos son visibles lo cual permite hacerse una idea instantánea de diferentes niveles de asociación y de estructura. Cada «pensamiento» puede venir acompañado de una nota y/o de un enlace activo a un sitio web o a un archivo en la computadora. El programa cuesta 80 dólares US. Se puede probar gratuitamente durante 30 días.
Mantenido durante años, el «Brain» del consultor y futurista Jerry Michalski (sociate.com) tiene ahora cerca de 60,000 «pensamientos».
Algunos se refieren a datos concretos. Guarda por ejemplo una lista de todos los contactos profesionales con quienes puede comunicarse por mensajería instantánea. Basta hacer clic sobre un nombre para ver aparecer en la parte superior, la compañía para la cual trabaja y a un costado los miembros del consejo de administración, quién la fundó, etc.
Michalski tiene también «pensamientos» conceptuales como «variantes del capitalismo,» o «tipos de democracia» entre otros. «Son vinculados, respectivamente, nos explicó, con ideas como anarco-capitalismo, capitalismo con compasión, hipercapitalismo, etc. (cada uno con enlaces a quién/qué/por qué); democracia de consenso, directa, deliberativa, económica, representativa, social, etc.»
Para que su «Brain» le permita encontrar inmediatamente títulos de libros o teorías en los campos que le interesan, como lo hace ahora de manera increiblemente eficaz, Michalski tuvo que invertir un número considerable de horas. El programa funciona muy bien para encontrar los títulos de los «pensamientos». Es más lento para encontrar algo que se encuentra en una nota y, obviamente, no indexa el contenido de los documentos o páginas web a los cuales permite acceder con un solo clic.
La versión para empresas ofrece una indexación automática lo cual implica serias ganancias de tiempo. Usuario entusiasta de The Brain, Michalski reconoce que si, por ejemplo, los títulos de libros que el entra se vincularan solos con la página correspondiente en Amazon.com le facilitaría la vida. Pero, agrega, «desconfío mucho de cualquier sistema que pretenda automatizar la elaboración de un concepto o el mapeo del cerebro. El juicio humano es esencial para esto.»
Ilustra su planteamiento con una cita de Alan Key, uno de los gurus de la informática para quién «el punto de vista vale tanto como 80 puntos de QI». Michalski agrega: «UD. y yo podemos tener exactamente el mismo conjunto de datos, y sacar conclusiones totalmente diferentes basadas en nuestro punto de vista. Esto aboga a favor de asociaciones que expresen puntos de vista establecidas a mano, más que de una indexación automática.»
Nos invita de esta manera a reflexionar sobre lo que es tal vez la cuestión clave de nuestras relaciones con la informática: ¿cuando tienen que intervenir los humanos para que contribuya mejor a aumentar nuestras capacidades? Este momento nunca puede ser determinado a priori ni fijado de una vez para siempre. Tenemos que volver a formularla en cada instante, frente a cada bifurcación.