El Pentágono está llamando a los investigadores de EEUU a que inventen un sistema que permita recoger todos los datos referentes a lo que una persona hace y siente en el curso de su vida. El anuncio desencadenó serias protestas pero los militares no están dispuestos a renunciar al desarrollo de este tipo de iniciativa y gozan del apoyo de ciertos tecnófilos.

San Francisco, Californie, 16.jun.03

LifeLog (literalmente «diario de vida») pretende grabar y conservar en forma digital todo lo que un individuo hace y percibe con sus cinco sentidos. Con grabadoras, cámaras y un dispositivo GPS para seguir los desplazamientos, el sistema debería ser capaz de guardar rastro de todos los emails, fax, cartas y llamadas telefónicas recibidas o iniciadas, de todos los periódicos, libros, programas de televisión y de radio leídos, vistos o oídos y de todos los sitos webs visitados por el individuo. Sensores biomédicos seguirían el estado de su actividad corporal.

Detectar las rutinas y preferencias de los usuarios

El objetivo oficial de esta iniciativa de la agencia de investigación del Pentágono (Defense Advanced Research Projects Agency, o DARPA) es la detección de «rutinas, relaciones y costumbres». Su mayor interés radica en su detección de «preferencias, planes, objetivos y demás índices de intencionalidad.»

En principio el programa solo sería aplicado a voluntarios, calificados de «usuarios» en el documento oficial. Dichos «usuarios», sin embargo, también son «ciudadanos» y la Electronic Frontier Foundation la ve como una «gigantesca máquina para generar sospechas». William Safire, el conservador columnista del New York Times, se preocupa por la suerte de los individuos cuyas palabras, reacciones o actividades resultarán grabadas sin que lo sepan por los «voluntarios» cuando platiquen con ellos o los encuentren por la calle.

La oposición se explica en parte por las recientes desventuras de otro programa del DARPA, el Total Information Awareness System (TIA) (Sistema de conocimiento total de la información) [Ciberpaís, 4 de diciembre del 2002] al cual el Congreso se opuso y que volvió a aparecer en mayo sin cambio de sustancia pero con un nombre apenas diferente: Terrorism Information Awareness (Conocimiento total del terrorismo).

A medida que el tiempo pasa, sin embargo, ciertos elementos de la comunidad científico-tecnológica empiezan a pronunciarse a favor de tales empresas.

Uno de los primeros en hacerlo fue el «paleosicólogo» Howard Bloom. Confiado en la institución que creó la internet, escribió en la revista Wired de Abril que: «Seguir la pista de los terroristas es apenas un pretexto para que los mejores informáticos de DARPA crean lo que realmente queremos: un paquete general de expansión de la inteligencia capaz de romper las barreras de los software que funcionan como un sistema nervioso central.» No es el único.

Ingenuidad o locura

A propósito de LifeLog, un científico que prefiere mantener el anonimato nos escribió en un email que su primera reacción era de sentirse «más interesado en el aspecto anti-Alzheimer de la idea» que en los riesgos que implica.

En otro email, sin embargo, Denise Caruso, directora del Hybrid Vigor Institute que promueve el trabajo interdisciplinario en las ciencias nos escribió: «Como cultura, por lo menos en América, me pregunto como hemos llegado a divorciarnos tanto del conocimiento de nosotros mismos, que de manera tan entusiasta le cedemos ese papel a la tecnología.»

Bloom y otros confían en el gobierno y en los mecanismos de control democrático. Tienen fe en el progreso.

Caruso es tan cuidadosa que dejó de comprar libros en Amazon.com por desconfianza en los programas que detectan nuestros intereses de lectura y aboga por una desconfianza «semi-permanente». Agrega: «El hecho de creer que podemos confiar en el gobierno con el manejo de este tipo de información – igual que un individuo o una corporación – es una ingenuidad que, desde mi punto de vista, se acerca mucho a la locura.»

Textoficial de la invitación de DARPA

Electronic Frontier Foundation

Howard Bloom

Hybrid Vigor Institute

J’enquête, je suis et j’analyse les technologies de l’information et de la communication depuis la préhistoire (1994). Piqué par la curiosité et l’envie de comprendre ce que je sentais important,...